El cuervo de 3 patas es el símbolo del Kumano Kodo, la única ruta de peregrinaje reconocida oficialmente por la UNESCO, a parte del mucho más famoso Camino de Santiago. Un bonito treking entre naturaleza, templos y baños termales que nos llamó mucho la atención.
Así que, dicho y hecho: mochilas con lo necesario para unos cuantos días, un par de bastones de bambú...y a caminar!
Pero nuestra suerte con el mal tiempo parece que no nos abandona y el primer día caminamos más de 6 horas SIEMPRE bajo la lluvia...
Tras 17 km entre bosques, llegamos al pequeño pueblo donde habíamos planeado pasar la primera noche. No esperábamos gran cosa del Minshuku (o sea, "Bed & Breakfast" japonés) pero nos esperaba una auténtica sorpresa de lujo y cálida cordialidad por parte de la família Yuba, todo al estilo tradicional japonés.
Una de las cosas curiosas de los Minshukus, son los baños. Ducharse sentadito en un taburete es algo raro..., pero el bañito de agua caliente de después compensa.
Pero cuando ALUCINAMOS de verdad fue a la hora de cenar. Resulta que habíamos ido a parar a la casa de un famoso chef japonés ya retirado. El señor se entregó a fondo. La cena consistió en un menú degustación de 8 platos a base de gastronomía tradicional japonesa.Y encima lo disfrutamos con el pijama puesto... Algún restaurante supera eso?
Estábamos tan flipados que le hicimos una foto a cada plato. Una muestra:
Junto al chef, el señor Yuba.
Al día siguiente, ya con mejor tiempo, nos despedimos de nuestros anfitriones y continuamos nuestro camino.
En este país el tamaño del bambú es imponente. Son auténticos árboles.
Y para comer, nuestro amigo "el chef" nos había preparado un "tentempie" de montaña a la altura de la cena del día anterior...
Nuestro destino era el santuario de Hongu Taisha mae.
Al lado se encuentra uno de los TORIS (arcos tradicionales japoneses, que indican la entrada a un lugar sagrado) más gigantescos de Japón. Más de 20 metros de altura.
Y al final del camino llegó nuestra recompensa. Los llamados ONSEN son baños a base de aguas termales de origen volcánico. Japón está lleno de ellos, y nuestra ruta finalizaba junto a 3 de los más recomendables.
Pero meterse en un onsen, no es cualquier cosa. El agua está MUY caliente. Tanto es así, que es costumbre hervir huevos en las mismas aguas termales. A los japoneses les encanta!
Este otro onsen, en medio de un rio, era al aire libre, gratuito y mixto.
Algunas japonesas se metían en el agua con la ropa puesta.
Pero el tercero fue, sin duda, nuestro favorito. Una preciosa laguna al aire libre para nosotros dos solitos. Un punto y final perfecto para nuestra aventura en estas tierras lejanas.
10 de diciembre de 2011