Llençois Maranheses

Havíem llegit guies, blogs, foros. Havíem vist desenes de fotografies d’altres viatgers que hi havien estat. Però res ens havia preparat per la grandiositat del Parc Nacional dels Lençois Maranheses.


Són 1.500 km2 de dunes de sorra de platja (diuen que provient de l’Àfrica..., però això ja és una altra història) amb piscines i llacs naturals que s’han format durant els mesos de pluja. És simplement espectacular.



Llegar a un sitio así no es cualquier cosa. Hace falta, en primer lugar, un vehículo 4x4 y con el tamaño suficiente para subir a un puñado de turistas. Al cacharro en cuestión aquí le llaman "Jardineras", y nos ha quedado claro que uno puede acabar perfectamente el Dakar conduciendo uno de ellos.


El segundo ingrediente necesario para llegar hasta los Lençois, es un conductor con la habilidad suficiente para conducir la Jardinera en cuestión. Hay que pasar por caminos muy estrechos, con más de medio metro de arena y vadear ríos y lagunas. Los tumbos eran de tal calibre que esta es la mejor imagen que he podido tomar durante el trayecto. En teoría, yo también debería haber salido en la foto..., pero la cara de Laia lo dice todo...

Pero cuando llegas a la cima de la primera duna, se te olvidan todas las incomodidades del trayecto.












Estar aquí al mig, descalços, amb el vent apaivagant la duresa dels rajos del sol, amb el silenci de la immensitat del lloc, veient la posta de sol... és una experiencia única!






21 de setembre del 2011





SAO LUÍS: belleza decadente

Primera parada: Sao Luís. 


Es una ciudad llena de rastros de un glorioso pasado donde hubo belleza y abundancia, pero que el paso del tiempo no ha dejado de deteriorar.






El domingo, en las calles no hay ni un alma. En esta ciudad hay casi 1 millón de personas ¿Dónde está todo el mundo?


Pronto descubrimos que en este país hay un ritmo de vida muy diferente al que vivimos (sufrimos?) en Barcelona. Cualquier hora de cualquier día puede ser un buen momento para descansar. 



Te encuentras gente durmiendo en la calle, en los bancos, en la playa.. y básicamente en cualquier parte. Uno encuentra una feliz devoción por el descanso allá donde mira… Empezamos a pensar que algo no estamos haciendo bien en Barcelona…


Una visita al mercado. ¿Nos llevamos la sandía a la playa?




Para ir a la zona de playas de la ciudad hay que coger un autobús, y eso es toda una experiencia. Cuando  para delante de ti y se abren las puertas, la regla es “tonto el último!”. Ni ancianos, ni embarazadas ni hostias. El objetivo es conseguir un asiento y la ley que manda es... la de la selva!  En cuanto se pone en marcha, comprendemos el motivo: ir de pie en un autobús en Brasil es algo similar a una vueltecita en el "Dragon Kan". Las carreteras están llenas de socavones y los conductores aquí no conducen... PILOTAN! Más te vale agarrarte con las dos manos y estar atento.


Una vez en la playa, nos damos nuestro primer baño del viaje. Aquí las playas: inmeeeensas, salvajes y desiertas.








En fin, tres días de viaje, y ya empezamos a comprender la primera lección:



19 de septiembre de 2011








Ara si que si!


Aquí les teniu. D’11 i 13 kilos respectivament. On, encara que sembli impossible, hem comprimit tot el que necessitarem per als propers 6 mesos –o tot el que creiem necessitar perquè segur que descobrim que es pot viure amb molt menys…

Per als curiosos:  finalment portem 4 pantalons, 8 samarretes, 8 mudes de roba interior, banyador, 4 mitjons, un polar, un impermeable, frontal, necesser, botes de trekking, unes xancletes, 2 càmeres de fotos,  botiquín complet, 2 samarretes tèrmiques, malles tèrmiques, una mosquitera i el portàtil des d’on us escribim (Jud, al final també m'emporto la Silkepil!)


Y aquí estamos, en el aeropuerto, con camisetas “marca de la casa” puestas (gracias chicos, sois geniales), despidiéndonos de la familia (snif!) y preparados para lo que haga falta.

En facturación, no pueden faltar los sustos de última hora: “que tenemos billetes con rutas diferentes!!!??” Por suerte la cosa se soluciona rápido…


Ya en el avión rumbo Brasil, ni la baja humedad, ni el poco oxígeno, ni la mala comida, ni  siquiera el estar encasillado en una plaza de 1 metros cuadrado..., en fin, ninguna de las pequeñas incomodidades de viajar en avión, es peor que el que te toque de compañero de asiento una brasileña medio loca en plena y absurda competición de beber botellines de vino con su propio padre. Surrealista?

Pues esta es la foto: ya al final del vuelo, la pareja durmiendo la mona tras chorrocientos botellines de vino. Se puede apreciar al sujeto 1, que es el padre, en estado comatoso y con medio cuerpo colgando por el pasillo. En una ocasión una azafata pasó a toda velocidad con el carrito de la comida y casi le arranca la cabeza. Al hombre no se le movió ni una ceja. Creemos que la pobre azafata le tomó el pulso disimuladamente, por si lo había matado. El sujeto 2 es la hija, acostada encima de su padre y roncando cual alegre morsa siberiana en plena siesta. La peste de vino llegaba hasta el final del avión. Un espectáculo y la cara que se nos quedó, todo un poema.



 17 de setembre 2011

LA FESTA

Todo empezó como empiezan muchas cosas: con una lista.


Qui vindrà, qui no vindrà, encarreguem les croquetes al Joan? qui portarà les truites? i la cervesa?
Molts nervis i corredisses d'última hora, però la festa va ser tot un ÈXIT!



No podia faltar una foto de nenes, amb l'Elia encara dins la panxa de la Silvi


Tampoc podia faltar el "salt del tigre"...


i el pastís



amb poema de comiat inclòs


I és que us trobarem molt a faltar a tots...





27 d'agost del 2011, Vilassar de Dalt