Havíem llegit guies, blogs, foros. Havíem vist desenes de fotografies d’altres viatgers que hi havien estat. Però res ens havia preparat per la grandiositat del Parc Nacional dels Lençois Maranheses.
Són 1.500 km2 de dunes de sorra de platja (diuen que provient de l’Àfrica..., però això ja és una altra història) amb piscines i llacs naturals que s’han format durant els mesos de pluja. És simplement espectacular.
Llegar a un sitio así no es cualquier cosa. Hace falta, en primer lugar, un vehículo 4x4 y con el tamaño suficiente para subir a un puñado de turistas. Al cacharro en cuestión aquí le llaman "Jardineras", y nos ha quedado claro que uno puede acabar perfectamente el Dakar conduciendo uno de ellos.
El segundo ingrediente necesario para llegar hasta los Lençois, es un conductor con la habilidad suficiente para conducir la Jardinera en cuestión. Hay que pasar por caminos muy estrechos, con más de medio metro de arena y vadear ríos y lagunas. Los tumbos eran de tal calibre que esta es la mejor imagen que he podido tomar durante el trayecto. En teoría, yo también debería haber salido en la foto..., pero la cara de Laia lo dice todo...
Pero cuando llegas a la cima de la primera duna, se te olvidan todas las incomodidades del trayecto.
Estar aquí al mig, descalços, amb el vent apaivagant la duresa dels rajos del sol, amb el silenci de la immensitat del lloc, veient la posta de sol... és una experiencia única!
21 de setembre del 2011